Si algo tenemos claro en este blog, es en no dejarnos llevar por tendencias o modas, y en que no solo los grandes copen todos los titulares o artículos, creemos que todos tienen su sitio, todos tiene su historia, si de calidad, dedicación y pasión se refiere.
En está ocasión dedicamos este post a Can Miquel - Pa i Pastissos, y quien es, os preguntaréis muchos, pues es el Ferran Adriá de las ensaimadas y los cremadillos de nuestro país. Tras toda una vida él y sus generaciones pasadas, cuelga el delantal. Miquel Pujol Ferragut quien se define como "creador de felicidad", se ha jubilado, "para descansar. Luego ya veremos"
El futuro del local que hasta ahora ocupaba Can Miquel- Forn de sa Pelleteria es incierto, pero sus origines se remontan a 1565, cuando era el Forn d´en Reixac, quizá el horno más antiguo del barrio de curtidores. Cuando entras parece que estés en otra época, el decorado es el mismo de hace medio siglo, su vitrina, se compró cuando se abrió en 1914.
En esa misma época, en 1914 pasó a manos del abuelo, Miquel Ferragut, tras su regreso de Argentina sin haber hecho fortuna. Posteriormente lo heredó su padre, Joan Pujol, y desde los 16 años, el hasta ayer panadero y pastelero ha estado amasando sus famosos dulces, un oficio que aprendió de la familia y del mestre Antoni Amengual, como recordaba en una reciente entrevista.
Sus ensaimadas, más de treinta tipo diferentes, fueron apreciadas por los mejores cocineros de nuestro país que han estado en su horno. Nos llama la atención una reflexión que hizo hace tiempo, en la que decía, "si no pones todo lo que sabes y un poco más, no sale bien". El más es "dedicación y amor".
Con 49 años de profesión, Miquel ha construido un mundo mágico de sensaciones basado en un lenguaje universal. Ahora, bajo su pesimismo comenta que las grandes superficies harán desaparecer el pequeño comercio. Aunque se podría salvar con la especialización, pero eso ya no es su problema, dejará de levantarse a las 5 de la madrugada y disfrutará de su jubilación con los suyos.
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